Juan José Salinas
FUENTE ARTICULO E IMAGEN
No conozco a Juan Ramón Quintana, de aqui en mas JRQ. Recuerdo que una vez dio una charla en la CTA de la calle Piedras, pero por alguna razón no pude ir. Igual, si hubiera ido, no hubiera podido conversar con él porque había muchos periodistas y militantes rondándolo. Sin embargo me queda claro que junto a Evo Morales y García Linera, JRQ es el bocado más apetecido por los golpistas, que lo acusan con razón o sin ella de ser el articulador de los servicios de inteligencia que en 2009 y de haber planeado, entre otras operaciones, las que acabaron de manera fulminante con los intentos secesionistas de los millonarios «cruceñistas» que habían contratado mercenarios croatas, húngaros, irlandeses y argentinos (casi todos los cuales habían combatido para Croacia en la guerra de secesión de la Federación Yugoeslava, y que a partir de entonces debieron exiliarse, la mayoría en Miami. Quintana, un ex militar, había perdido una interna de Palacio, dejado de ser ministro de la Presidencia (lo que sería entre nos el jefe de Gabinete) y se desempeñaba hasta fechas muy recientes como embajador en Cuba. Luego de advertir que se estaba desarrollando un golpe de estado (que insumió nada menos que tres semanas hasta que consiguió la renuncia –jamás aceptada por el Congreso– de Evo y García Linera– que podría convertir a Bolivia en un nuevo Vietnam, cuando se produjo el golpe de Estado JQR no se marchó de Bolivia pero debió buscar asilo junto a otros ocho ex funcionarios del gobierno de Evo en la Embajada de México en La Paz.
Exultante por haber podido consumar un golpe de Estado clásico (de acuerdo a los canones señalados en su Técnica de un golpe de Estado por Curzio Malaparte), el ministro de Gobierno (lo que sería entre nosotros lo que era antes el ministro del Interior, que tenía a su cargo también a las fuerzas de seguridad) Arturo Murillo tiene identificado a JRQ como el objetivo a conquistar. Según fuentes calificadas, Murillo tiene una auténtica obsesión con JRQ y desea no solo capturarlo, sino comandar su interrogatorio, de modo de extraerle «verdades» que satisfagan los requerimientos de la CIA.
Es en este contexto que Murillo propone saltarse a la torera las leyes internacionales, la convención de Viena, etc. y asaltar la Embajada de México. Y probablemente también las de Cuba y Venezuela. En este contexto es que se ha producido un grosero incidente con diplomáticos españoles que habían ido con sus custodios a visitar a la valiente embajadora mexicana. Ofrecemos a continuación una nota de una periodista cubana que aunque tiene una semana de antigüedad explica muy bien cual es el problema, después publicamos una nota que vuelve a destacar la importancia en el golpe de Erick Foronda Prieto, un boliviano que trabaja para la CIA desde hace muchos años y que es, ahora ya publicamente, el cerebro de los golpistas.
La ansiedad de los golpistas por atrapar a JRQ provocó un incidente diplomático con España, luego de que el cónsul y la encargada de negocios del reino acudieran a la Embajada de México con una custodia de policías nacionales. El gobierno golpista no dejó que éstos ingresaran a la legación a recoger a los diplomáticos ibéricos al término de una visita que España definió como «de cortesía». El gobierno de facto acusó a España de intentar rescatar a JRQ. Algo que diarios claramente de derecha como El Mundo y La Razón dieron como factitible, mientras que el gobierno interino encabezado por el diz que socialista Pedro Sánchez (que necesita de los votos de la Esquerra Republicana de Catalunya –que tiene a su principal lider, el eurodiputado Oriol Junqueras, condenado y preso– para ser confirmado al frente del Ejecutivo) lo niega enfáticamente. Lo cierto es que aquellos dos mas otros cuatro diplomáticos españoles abandonaron Bolivia rumbo a Madrid.
Todo esto sucece en momentos en que Evo Morales celebró una reunión con representantes de su partido de siete de los nueve departamentos en que se divide Bolivia, y luego anunció que las candidaturas del MAS se definirán el domingo 19 de enero en un congreso a realizarse en Buenos Aires y que tiene intención, «si el gobierno argentino lo permite», de convocar a un acto para el miércoles 22 en el que se propone rendir cuentas de su labor de gobierno, en lo que será el virtual lanzamiento de la campaña electoral del MAS.
Evo dice (en su lugar quizá no pueda decir otra cosa) que está seguro de que el MAS ganará las elecciones con cualquiera de los cuatro precandidatos propuestos por las bases. Desde un Pájaro Rojo acaso un tanto subyugado por algunas coincidencias notables y sorprendentes entre la década ganada por el medio indio Juan Domingo Perón y la década larga ganada que encabezó el indio Juan Evo (por el general y por Evita, de los que su padre era admirador) Morales, y entre los golpes de estado que depusieron a ambos, sospechamos que será de manual la proscripción del MAS.
Ojalá nos equivoquemos.
Yendo al grano: A pesar de las descaradas presiones de enviados del gobierno estadounidense, el nuestro sigue sosteniendo la valiente posición que ha tomado desde un principio (a pesar de alguna vacilación del canciller Solá) que es la de no reconocer al gobierno golpista y por lo tanto considerar tacitamente a Evo Morales y García Linera como legítimos gobernantes depuestos por un golpe de Estado y refugiados en Argentina, donde cuentan con todos los derechos con que contamos los argentinos, tal como expresó por orden del presidente Alberto Fernández su jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
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