PUEBLO CHAVISTA

“no perdamos la sindéresis, la paciencia ni la confianza. Observemos al pueblo chavista; su comportamiento, su palabra, su actitud. Observemos lo que el pueblo observa más allá de lo que la providencia nos ha dado”
Por: Bertha Natera de Álvarez. (Venezuela)

¿Disociación psicótica o incontinencia viperina severa? Carlos Andrés Pérez diría: “Ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario”. Las dos anteriores, dirían mis camaradas en facebook. Son mis interrogantes, imbuida en la reflexión sobre las expresiones y acciones de nuestros contrincantes. Imposible decir, por ejemplo: ¡Qué importante es leer y conocer la historia nacional y universal!

¿Es que conocer la historia y haber leído, no sé cuántos libros, no basta? ¡Mmmm, parece que no! Al menos, en algunos. Fíjense: es impresionante constatar cómo la disociación psicótica, por un lado, ha cercenado la capacidad de reconocer la realidad, no solo de un conglomerado considerable de oposicionistas ¿iletrados?, también de personas instruidas e ilustradas. No hay que dejar de reconocer, además, el poderío que han tenido sobre estos ¿rivales?, los medios de (des)información, en el manejo de códigos para manipular sus mentes y alterar, confundir y deformar sus conciencias hasta el extremo de la incontinencia viperina severa. Extremadamente sorprendente es comprobar, esta incontinencia viperina severa, como he optado en llamarla, que se ha generado en estos grupos de extrema derecha del oposicionismo venezolano. Cómo no admitir que estos ¿seres humanos? han perdido completamente los más elementales principios y valores humanos. Pero ese es el objetivo: sembrar el miedo, el odio, el desprecio y la repulsión a todo lo que se parezca a pueblo chavista, en una acción oscurantista que se les fue de las manos hasta el punto de no ser reconocidos por sus propios mercenarios.

Corriendo el riesgo de que este artículo llegue a tener más de cuartilla y media de cavilación, no debo dejar de mencionar un asunto que va más allá de la disociación y la incontinencia viperina severa; y es el grado de criminalidad al que llegaron y al que aún pudieran llegar estos desalmados, si tomamos en cuenta la posible utilización de niños en barricadas móviles, ordenada por Robert Alonzo, a estos sanguinarios de la extrema derecha. Sin concernir a qué niños se refiere, es bueno mantenerse alerta y que la oposición venezolana se tome, al menos unos minutos para la reflexión, porque éstos mercenarios, han sido capaces de asesinar sin importarles si el que muere es o no chavista bajo sus instintos criminales; tampoco si son humanos, plantas o animales. Pero el Gobierno Nacional y las instituciones que resguardan la soberanía y la seguridad ciudadana deben introducirse y excavar hasta los escondrijos y vericuetos que sirven de cobijo a estos atroces enemigos de la vida, la democracia y la Paz y hacer prevalecer la autoridad y la justicia. Estos dramáticos escenarios me devolvieron a aquella frase, citada frecuentemente por Chávez que dice: “Patria Socialista o Muerte”, en su significado indicador de posibilidades, si estos hechos violentos persisten; es decir: si no profundizamos en el socialismo, terminaremos muertos y muertas bajo la garra mercenaria de los reptiles; chavistas y no chavistas.
Pero ¿qué es lo que más me preocupaba en primer lugar? Que el pueblo chavista desatara la ira y desterrara al olvido aquel pensamiento del Libertador, citado siempre por nuestro comandante: “Paciencia y más paciencia, constancia y más constancia, trabajo y más trabajo para tener Patria”. ¡Imposible! “El pueblo es sabio y paciente; es el decir de los viejos, que al cantar de guacharaca saben calcular el tiempo”, dilucidó Alí Primera. Solo recordemos aquel 13 de abril. ¿Qué me preocupa en segundo lugar? Que producto de esta escaramuza se rompa la cohesión gubernamental, político-partidista y cívico-militar que existe, a pesar de los errores y los desatinos. Que nos metamos a brutos y dejemos que se reproduzca la rivalidad y la dispersión. Que no entendamos el propósito de nuestros enemigos fundamentales (el imperio y sus aliados) y nos dejemos llevar por esta vorágine cada vez más debilitada y desgastada y le fallemos al pueblo.

Así que, patriotas, no perdamos la sindéresis, la paciencia ni la confianza. Observemos al pueblo chavista; su comportamiento, su palabra, su actitud. Observemos lo que el pueblo observa más allá de lo que la providencia nos ha dado: dos libertadores y una espléndida Patria. Además del privilegio de haber vivido en tiempos de Chávez; haberle conocido y amado. ¡Claro, el dolor, a un año de su siembra, aún tortura! Pero la fortaleza se crece con cada lágrima y con cada quejido. Su fuego sagrado permanecerá encendido junto al de Bolívar hasta la posteridad, y no habrá, ni en los mares ni en los ríos, ni entre cielo y tierra, quien pueda apagarlos. Es hermoso verle, como aquel otro hombre de las dificultades, sobre otro diamante como lecho. Ambos, "descubrieron los secretos que el cielo ha revelado y dijeron la verdad a los hombres". Después de tener a genios tan prominentes en dos revoluciones libertarias e historia tan gloriosa y tan trascendental, cada uno entregando un ala a la Patria, ya no hay vuelta atrás. Ya la corona está colocada sobre la Patria y, poseída de sus dos alas, se ha vuelto invencible e indestructible. ¡Qué privilegio para esta Patria gloriosa el tener dos padres libertadores! El Dios del Tiempo ha abierto las puertas del Universo y nos conduce por un sendero de fortuna y prosperidad, Lo dijo Bolívar: "Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y observando desde allá, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del Universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos que la naturaleza había separado, y que nuestra Patria reúne con prolongados y anchurosos canales. Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana; ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrigan sus montañas de plata y de oro; ya la veo distribuyendo, por sus divinas plantas, la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo Universo; ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cuán superior es la suma de las luces, a la suma de las riquezas que le ha prodigado la naturaleza. Ya la veo sentada sobre el trono de la Libertad, empuñando el cetro de la Justicia, coronada por la gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno".
Mientras que nuestros enemigos nos desestiman y no solo desconocen “la historia de lo pasado y los pensamientos del destino”, sino que también carecen de un adalid que les haga saber que “el tiempo no ha podido detener la marcha de la libertad”, el pueblo chavista, al contrario, pudo salir de la oscuridad del analfabetismo, de la ignorancia, de la miseria, la enfermedad y la muerte, envuelto de las luces que le conducen al sendero de la libertad definitiva, de la mano de nuestros más elevados hacedores. ¡Solo observemos! Y preguntémonos qué es lo que interpreta con tanta perspicacia. Y luego le veremos completar la obra de nuestra regeneración y el pensamiento visionario de nuestros libertadores. ¡Viviremos y venceremos…por ahora y para siempre!